miércoles, 11 de noviembre de 2015

EL MONTE NATIVO.

Hoy se reconoce el inmenso valor del monte nativo, no sólo como generador de productos (madera, frutos, plantas de uso medicinal, entre otros), sino también por los servicios que brinda: protección del suelo, regulación del ciclo hidrográfico, refugio de la fauna, recreación, etc).

DIVERSIDAD VEGETAL Y PAISAJÍSTICA.
La humedad es fundamental en este bioma que ocupa una mínima porción de nuestro territorio. Sin embargo, poseemos regiones donde el monte está muy bien representado: se desarrolla en las zonas de mayor humedad - cerca de los cursos de agua y en las áreas de lluvias abundantes-, donde las plantas disponen del vital elemento en forma permanente.

Existen por lo menos seis tipos de montes en nuestro país, desde el monte ribereño en galería del norte hasta los montes achaparrados de las costas arenosas del sur,  así como los palmares.

La vegetación natural ofrece variedades según la influencia biogeografíca que recibe, y según se localice cerca o lejos de los cursos de agua; o en regiones donde las lluvias son más abundantes.

VARIEDADES  DEL BIOMA:
 En las márgenes de  los cursos de agua:
- se desarrolla el monte en galería, denominado monte fluvial o ribereño y conocido  también como " monte de franja". Está constituido por árboles de poca talla y crecimiento lento, como el ceibo, el sarandí  y el sauce criollo o llorón, entre otros.
-Más alejados  de las riberas, encontramos guayabo, blanquillo y espinillo, entre otros.
-Hacia el norte, donde las lluvias son más abundantes, se advierte gran influencia de la vegetación riograndense.
-El monte  se torna más frondoso y se enriquece con otras especies como viraró, guaviyú, guayabo blanco y palma chirivá.


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